A la memoria de Bárbara Carolina Amparo Perdomo y a la de su bebe que nunca nacio.
Cargado originalmente por la india del cibao
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Bárbara Carolina
Escrito por: Susi Pola (susipola@gmail.com)
Roberto Antonio Jiménez Rodríguez asesinó dentro de su propia vivienda y de un balazo en la frente, a su compañera Bárbara Carolina Amparo Perdomo, de 28 años, y a su hijo de 32 semanas de embarazo, alegando frente a las autoridades haberlo hecho “accidentalmente”, con una Smith & Wesson, calibre nueve milímetros, cuyo permiso estaba caducado.
Las violencias anteriores, mediatas e inmediatas, atestiguadas por familia y vecindario y comprobadas por el informe forense, indican que se maltrató a Bárbara con saña, preparando el escenario de su muerte. Roberto Jiménez subió el radio a todo volumen al golpear a Bárbara quien asustada y maltratada logró encerrarse en su habitación; Jiménez rompió la cerradura para entrar y tirar un tiro “accidental” que, de acuerdo a la necropsia No. A-0041-2009, fue “con entrada en región frontal izquierda […] a 3.0 cms por encima del arco ciliar en su borde interno, la cual describe una trayectoria de delante hacia atrás, de izquierda a derecha […] con salida en región occipital en su lado derecho […] a 8.5 cms por encima de la inserción superior del pabellón auricular”.
Más datos periciales y testimoniales fueron aportados, como: el comportamiento del victimario que dejó pasar el tiempo sin auxiliar a su víctima embarazada, permitiendo que no se pudiera salvar al feto; no pidió ayuda al la vecindad; puso el cuerpo malherido de Bárbara, en el bonete del vehículo y dio reversa con él allí, luego lo introdujo en el asiento delantero de pasajero; volvió a la casa y cerró la puerta, saliendo pistola en mano, y de ahí, manejó erráticamente, dando vueltas como si buscara la mejor manera de deshacerse del cuerpo, para finalmente llevar el cadáver al hospital, donde fue detenido por los agentes policiales quienes utilizaron la fuerza para someterlo.
La persona que preside el tribunal del caso, sentenció para Roberto Antonio Jiménez Rodríguez, asesino feminicida, la pena de dos años de prisión, por andar matando con un arma que tenía el permiso vencido. Respecto al asesinato de Bárbara, a sangre fría, planeado mientras pateaba la puerta y desmontaba la cerradura para darle “Un solo y limpio tiro mortal en la frente”, el tribunal consideró en su “íntima convicción”, que “no existen evidencias para declararlo culpable”.
Es grave que Bárbara Carolina haya sido asesinada por ser mujer. Es grave que a su hijo, su propio padre no le haya permitido nacer. Es grave que una sentencia tan inconcebible ocurra en noviembre. Pero lo más grave es que todavía en los tribunales dominicanos haya administradores y administradoras que no conocen el fenómeno de la violencia basada en el género y sus consecuencias. Es grave que las autoridades no cumplan con la ¡Tolerancia Cero!
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Susi Pola Z.
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Santiago, R. Dominicana
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